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En LIMP sabemos lo importante que es tener la ropa limpia, especialmente cuando es clara; por eso queremos compartir contigo una serie de trucos caseros para mantener una ropa blanca e impoluta.

Ropa blanca e impoluta

A todos nos gusta lucir la ropa blanca brillante e impoluta. Tal y como luce en el momento en el que la adquirimos en la tienda. Sin embargo, ¿es esto posible? ¿Existen productos que me pueden ayudar a conseguir o mantener este blanco sin perjudicar al tejido? El Limp, expertos como somos en limpieza y blancura, conocemos todos los trucos para poder conseguir ese blanco deslumbrante que tanto te gusta. Por eso hemos querido compartir contigo algunos de los trucos caseros con los que puedes conseguir ese mismo resultado. Esperamos que los encuentres interesantes y que, una vez los hayas utilizado, nos escribas comentando cómo te ha ido con ellos.

Trucos para limpiar la ropa blanca

Hay muchos trucos para que tu ropa blanca mantenga su color por más tiempo. Y que lo haga de la manera adecuada. Es decir, lo más parecido a como era cuando la adquirimos en la tienda. Algunos de ellos son los que a continuación te ofrecemos:

  1. No puedes meterla en la lavadora con el resto de las prendas y pretender que salga blanca. Hay que dedicarle unos minutos antes de llevar a cabo este gesto. Sobre todo si la prenda tiene manchas. producto quitamanchas en los cuellos y puños de las camisetas blancas, pues suelen acumular más suciedad. Añade un tapón de detergente para la ropa en el barreño con agua caliente y pon a remojo las prendas durante una hora.
  2. Seca la ropa blanca al aire libre. Y es que la luz del sol es un blanqueador natural. Así pues, exponiendo la ropa a la luz natural obtendrás mejores resultados que si la secas a máquina. Eso sí, debes vivir en zonas que no estén contaminadas pues en ese caso, el resultado será muy diferentes.
  3. En caso de que tengas prendas blancas amarillentas, ponlas en remojo durante dos horas con un detergente quitamanchas y agrega 40 gramos de bórax por cada litro de agua caliente que utilices. Una vez que haya pasado el tiempo, lava las prendas a la temperatura más alta posible.
  4. Agrega bicarbonato de sodio a tu lavado en lavadora. Además de eliminar los malos olores, el bicarbonato te ayudará a eliminar las manchas aportando suavidad a las prendas. Solo tienes que agregar media taza al cajón del detergente y lavar de forma habitual. Y es que las prendas de tonos claros tienden a mancharse con facilidad con cualquier tipo de sustancia. Si quieres que el bicarbonato sea más efectivo puedes mezclarlo con vinagre blanco. Y si tienes manchas contundentes, aplícalo mezclado con un poco de jugo de limón sobre la mancha. Verás cómo sale.
  5. Agrega agua oxigenada a la lavadora. El agua oxigenada es otro de los productos que ayudan a blanquear y a cuidar tus prendas. Es una buena alternativa para evitar el cloro. Para ello basta con que agregues media taza de agua oxigenada en el lavado habitual junto al detergente. También puedes aplicarla de forma directa sobre la mancha.
  6. Un consejo importante. Debes evitar el uso de blanqueadores químicos en prendas de poliéster o aquellas que resulten de las mezclas de poliéster y algodón. Puede darse una reacción química entre el cloro y el poliéster que podría tornar la prenda amarilla.

 

En cualquier caso, recuerda que si se trata de ropa de trabajo, lo mejor es que hagas uso de los servicios  profesionales de las lavanderías. Y es que en este caso no sólo tratarán de que luzca blanca, sino de que haya sido higienizada de la manera correcta. Para que puedas dedicarte a trabajar sabiendo que tu salud está protegida, incluso desde tu propia ropa.

Existen muchas diferencias entre una lavadora industrial y una doméstica. De ahí que las aplicaciones y los resultados que ofrecen ambas sean completamente diferentes. Por lo que conviene conocerlas bien. Pues sólo así podremos saber qué tipo de lavadora es que mejor se adapta a nuestras necesidades y qué podemos esperar de un servicio de lavandería industrial.

Para que te quede más claro en Limp hemos redactado este artículo con el que queremos explicarte el trabajo que realizamos. Así como las similitudes y diferencias que tiene nuestra labor con respecto al proceso de limpieza que realiza una lavadora doméstica.

 

Diferencias entre una lavadora industrial y una doméstica

En el mercado hay muchos tipos de lavadoras y hay que saber escoger cuál es la más indicada para nuestras necesidades de limpieza. Sólo de esta manera podremos conseguir el resultado que deseamos. Para que puedas escoger adecuadamente en Limp hemos redactado este artículo con el que deseamos poder aclararte algunas dudas y explicarte las diferencias que hay entre unas y otras.

Diferencia 1: Capacidad de carga

La capacidad de las lavadoras se mide atendiendo a los kilos de ropa que pueden lavar. Ese dato siempre se refiere a kilos de ropa mojada, pues su sistema está preparado para soportar ese peso sin problemas. De manera que las personas que las usan saben cuál es el límite de la lavadora que han adquirido.

En el caso de las lavadoras industriales la capacidad de carga que indica el fabricante es siempre real. Es decir, se refiere a los kilos de ropa seca que se pueden introducir en el interior de este electrodoméstico.

Llegados a este punto hay que señalar también, que las lavadoras industriales tienen mucha más capacidad de carga que las domésticas.

 

Diferencia 2: Capacidad de trabajo

Las lavadoras que empleamos en nuestros hogares están pensadas para que las usemos dos o tres veces al día. Y todo ello sin que su motor se resienta o presente algún problema.

En el caso de las lavadoras industriales, sin embargo, estamos hablando de máquinas que pueden someterse a un uso intensivo y constante. Que pueden trabajar sin problemas durante periodos de 12 a 14 horas diarias.

 

Diferencia 3: Consumo de agua

La cantidad de agua que necesita cada lavadora para funcionar también es diferente. En el caso de las  lavadoras domésticas estamos refiriéndonos a aparatos que puede consumir hasta 150 litros de agua por ciclo de lavado.

En el caso de las lavadoras industriales el consumo se reduce considerablemente. Estamos hablando a una media de unos 90 litros por ciclo de lavado. Si tenemos en cuenta que en el interior de una lavadora industrial cabe mucha más ropa que en una lavadora doméstica, el ahorro es muy importante.

 

Diferencia 4: Reparaciones

Las lavadoras son electrodomésticos de larga duración. Sin embargo, el uso continuado y el paso del tiempo hacen que algunas piezas se estropeen. En el caso de las lavadoras domésticas el precio de las piezas que podemos necesitar para su reparación y el coste de la mano de obra hacen que, en numerosas ocasiones, la reparación no sea rentable. Lo que nos lleva a adquirir una nueva lavadora.

En el caso de las lavadoras industriales hay que destacar que pasa mucho más tiempo antes de que se estropeen. Esto se debe a que sus componentes están reforzados para ofrecer una mayor durabilidad. También hay que señalar que, no solemos encontrarnos problemas a la hora de encontrar piezas de recambio, lo que abarata costes y hace posible y viable su reparación.

 

Por todo ello, si tienes que hacer frente a la limpieza de la ropa de tu empresa, lo mejor es que contrates los servicios de una entidad experta en este tipo de trabajos. Y es que están mucho más preparadas para hacerlo en mejores condiciones. Y es que hacerlo, conlleva muchos beneficios.