En España existe una ley que regula la limpieza de uniformes: ¿sabes cómo lo hace? ¿A qué te obliga? ¿Cuáles son las directrices básicas que afectan a todos los sectores?
En LIMP conocemos todos los detalles de esta normativa y sus desarrollos en los diferentes convenios colectivos. Incluso podemos hacer referencia a cómo ha ido modificándose para adaptar esta limpieza a las diferentes realidades sociales. Especialmente en las que hemos vivido durante los últimos veinte años. Y es que en LIMP llevamos toda una vida dedicada a ofrecer servicios de limpieza de uniformes de trabajo.
Para que puedas conocer los aspectos básicos de la normativa y cómo podemos ayudarte a cumplirla, en LIMP hemos redactado este artículo que esperamos te anime a contratar los servicios de una empresa especializada en la limpieza de estas prendas de trabajo.
Ley regula la limpieza de uniformes: ¿sabes cómo?
En la actualidad no hay una única norma que regule la limpieza de lo que popularmente se conoce como uniformes de trabajo. Debemos acudir a cada uno de los convenios colectivos de cada sector para obtener detalles sobre cómo actuar en cada uno de los casos.
Sin embargo, cada uno de estos convenios toma como base el texto del Real Decreto 773/1997, de 30 de mayo. Un ámbito normativo que regula la limpieza de los “equipos de protección individual”. Y, obviamente, el uniforme puede entenderse en muchos casos como un elemento que protege la integridad del trabajador o trabajadora.
Por tanto, debemos entender que cuando la norma habla de barrera protectora para el trabajador se refiere a estos uniformes. En este sentido, la ley es muy clara y señala que el mantenimiento, lavado y la destrucción de la ropa que se emplea para trabajar es una responsabilidad de la empresa. De ahí que el texto señale, también, que es obligatorio seguir las normas de cuidado y de conservación que indica el fabricante de cada uniforme. Por lo que, en caso de que este proveedor señale una serie de indicaciones específicas de lavado, secado y planchado, debe ser el empresario el que se deba responsabilizar de que se materialicen esos cuidados. No el trabajador o la trabajadora.
Casos particulares
El decreto también se refiere a casos particulares que pueden adaptar esta normativa atendiendo a las particularidades de cada sector. Lo que en muchos casos se entiende como un desentendimiento de la normativa. Y termina por dejar, en tierra de nadie, la responsabilidad de que los uniformes cumplan las medidas concretas que requiere un equipo de protección al uso.
En estos casos, lo que suele ocurrir, es que los responsables de las empresas únicamente dan las indicaciones adecuadas a los trabajadores y las trabajadoras. Es decir, dicta un documento en el que se informa a sus empleados sobre cómo se deberá hacer la limpieza y el mantenimiento de los uniformes. Al tiempo que también debe informar del límite máximo de ciclos de limpieza y de los métodos que hay que desarrollar para detectar el posible deterioro de las mismas.
LIMP limpieza ajustada a la ley
En LIMP sabemos lo importante que es contar con un uniforme que proteja a las personas en sus puestos de trabajo. Por eso, antes de abordar cualquier trabajo, nos informamos bien sobre las necesidades concretas del sector, las cualidades de las distintas prendas que se emplean en el día a día… Pero, sobre todo, sobre las necesidades de higiene que debemos poner en marcha ante la limpieza de cada una de ellas. Pues solamente de esta manera estaremos completamente seguros de estar realizando la acción adecuada y protegiendo a los trabajadores.
Para hacerlo, en LIMP contamos con un circuito perfectamente definido, que nos permita realizar el tratamiento de la ropa laboral que nos llega desde las instalaciones de nuestros clientes. De esta manera, en LIMP garantizamos el perfecto estado de preservación de la misma y evitamos cruces e interferencias entre productos procedentes de diferentes actividades.
Razones por las que nuestros clientes siempre cumplen con la ley que regula la limpieza de uniformes en nuestro país.